Las pólizas de seguro de viaje pueden variar, pero la mayoría ofrecen cobertura para urgencias médicas, cancelaciones e interrupciones del viaje, pérdida o retraso del equipaje, evacuación médica urgente y responsabilidad personal. Algunas pólizas pueden ofrecer también cobertura para actividades y deportes de aventura.
Se recomienda contratar el seguro de viaje lo antes posible después de reservar el viaje, ya que algunas pólizas pueden tener limitaciones o requisitos específicos de cobertura que deben cumplirse. Contratar el seguro con antelación también puede ayudarte a evitar posibles lagunas en la cobertura.
La mayoría de los seguros de viaje incluyen un periodo de carencia, que permite cancelar la póliza y recibir el reembolso íntegro en un plazo determinado (normalmente de 10 a 14 días) tras la contratación. Transcurrido ese plazo, pueden aplicarse gastos de cancelación y los reembolsos pueden prorratearse en función de la duración de la cobertura.